Desde el primer momento, David y Adriana sabían lo que estaban buscando, una boda en la que primara la diversión tanto suya como de sus invitados siempre manteniendo la elegancia. Y lo consiguieron. Hicieron de su día una celebración espectacular creando una atmósfera única.
La combinación de lo clásico con toques realmente divertidos se vio durante toda la celebración. Desde el acto en sí hasta en las fotos, donde se ve que les encanta pasárselo bien.
Como no podía ser de otra manera, desde aquí os mando mi más sincera enhorabuena chicos. Si sois tan geniales como durante los meses de organización de la boda, os va a ir genial.